Lo que al abogado le importa no es saber el Derecho, sino conocer la vida.
El Derecho Positivo está en los libros. Se buscan, se estudian y en paz.
Pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte.
Quien tenga previsión, serenidad, amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, será abogado; quien no tengas más inspiración ni más guías que las leyes, será un desventurado ganapán.
Como dijo Ciurati: "Dad a un hombre todas las dotes del espíritu, dadle todas las del carácter, hacer que todo lo haya vusto, que todo lo haya aprendido y retenido, que haya trabajado durante treinta años de su vida, que sea, en conjunto, un literato, un crítico, un moralista, que tenga la experiencia de un viejo y la infalible memoria de un niño y, tal vez, con todo ésto, formaréis un abogado completo."
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pedacitos de ti :)